"The Sopranos" pasan a mejor vida
En los momentos que estoy escribiendo este post se debe estar emitiendo el capitulo final de The Sopranos en USA. Sin duda, es la mejor serie de TV que mis ojos han logrado ver. No es difícil adivinar como terminarán las andanzas de las bandas de mafiosos de Nueva Jersey y Nueva York, sobre todo si has visto la saga de “El Padrino” en el cine, y las claves que en el penúltimo capitulo que acabo de ver y disfrutar, nos dan los guionistas. Desprende ese olor implacable de tragedia griega.
Pero lo más curioso, especialmente para los espectadores españoles, es el extraordinario parecido de James Gandolfini, ese buen actor que interpreta a Tony Soprano, el jefe mafioso de New Jersey, con Jesús Gil y Gil nuestro particular gangster de Marbella. Aparte de su apariencia física casi fraternal, sus gestos y maneras coinciden completamente. La Costa del Sol o mejor La Costa Nostra de la que hablan los italianos o La Coste del Crime que los ingleses también apodan, están todavía sufriendo el paso de este personaje por sus tierras. A pesar de su fallecimiento hace años y de la entrada en la cárcel de los herederos del corrupto sistema que él creó. Su negra sombra se alargará a través de décadas por esas edificadas costas.
Hace unos años conocí a un arquitecto técnico que había trabajado para Gil en los años en que al constructor se le caían los edificios que construía con la gente dentro. Por esto conservaré su nombre en el anonimato. En alguna cena que compartimos, cuando los efectos del vino habían hecho su efecto, me contaba como su jefe, es decir Gil, era capaz de hacerle ver un mercedes en la puerta de su casa sin haber podido cobrar ni siquiera su sueldo mensual. Habilidades necesarias para ser jefe, supongo.
A gentes apartadas del poder como yo, la serie en cuestión nos da una idea muy exacta de como mueven los hilos los que manejan el cotarro. Según leo en foros de "Los Soprano" a algunos espectadores les produce una enorme empatía los personajes de la serie. Por el contrario, a mí me sorprende la poca evolución del genero humano con respecto al animal, reflejo de las historias narradas, sin duda realistas. Y que me perdonen los animales que todavía conservan valores hoy ya perdidos por los humanos.
Pero lo más curioso, especialmente para los espectadores españoles, es el extraordinario parecido de James Gandolfini, ese buen actor que interpreta a Tony Soprano, el jefe mafioso de New Jersey, con Jesús Gil y Gil nuestro particular gangster de Marbella. Aparte de su apariencia física casi fraternal, sus gestos y maneras coinciden completamente. La Costa del Sol o mejor La Costa Nostra de la que hablan los italianos o La Coste del Crime que los ingleses también apodan, están todavía sufriendo el paso de este personaje por sus tierras. A pesar de su fallecimiento hace años y de la entrada en la cárcel de los herederos del corrupto sistema que él creó. Su negra sombra se alargará a través de décadas por esas edificadas costas.
Hace unos años conocí a un arquitecto técnico que había trabajado para Gil en los años en que al constructor se le caían los edificios que construía con la gente dentro. Por esto conservaré su nombre en el anonimato. En alguna cena que compartimos, cuando los efectos del vino habían hecho su efecto, me contaba como su jefe, es decir Gil, era capaz de hacerle ver un mercedes en la puerta de su casa sin haber podido cobrar ni siquiera su sueldo mensual. Habilidades necesarias para ser jefe, supongo.
A gentes apartadas del poder como yo, la serie en cuestión nos da una idea muy exacta de como mueven los hilos los que manejan el cotarro. Según leo en foros de "Los Soprano" a algunos espectadores les produce una enorme empatía los personajes de la serie. Por el contrario, a mí me sorprende la poca evolución del genero humano con respecto al animal, reflejo de las historias narradas, sin duda realistas. Y que me perdonen los animales que todavía conservan valores hoy ya perdidos por los humanos.
Goodbye!
ResponderEliminaracabo de ver el final... todavía no reacciono... inimaginable... creo que quedará grabado en la historia de la televisión...
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