Explotando el Paraiso
Viendo este vídeo donde las imágenes de la historia más reciente de la humanidad pasan una tras otra con el sonido del hung como fondo he sentido la amargura que desprende la humanidad estos días.
Parece como si todo el sistema que tan bien ha funcionado para los ricos del mundo en estos últimos tiempos, se viniera abajo. Los pobres son todavía más pobres, ya no tienen ni para comer. Se reúne la FAO, el organismo que teóricamente vela por el desarrollo alimenticio de la humanidad con resultados nada esperanzadores. Asisten el dictador Mugabe presidente de Zimbabue que dijo no al plan de alimentos de la ONU, maldecido por todos los informativos como el azote de África, hecho bastante verosímil, mientras dictadores comedores de carne humana propietarios de pozos de petroleo como nuestro "amigo" Obiang de la Guinea Ecuatorial es recibido con todos los honores por nuestros dirigentes. El presidente de Irán, cuyo mayor pecado es el enriquecimiento de Uranio, se atrevió a desafiar al mercado del petroleo admitiendo el Euro como moneda de cambio. Mientras el mayor almacén de bombas nucleares, por lo tanto el mayor peligro de la humanidad, el estado de Israel es bendecido por lo mismos medios de comunicación.
Otra noticia que también ha pasado hoy discretamente por los noticieros es la muerte diaria de 9.000 niños en los países en desarrollo, lease África. Un buen amigo relacionado con el problema muy directamente me dice que son 14.000. ¿Qué más le darán a todos estos diplomáticos de corbata reunidos hoy en Roma 5.000 niños más o menos? Lo importante es su poder y que nadie se lo quite. Sobre todo sabiendo que solucionar esta catástrofe supone unos sobrecitos alimenticios demasiado baratos para ser importantes.
Parece como si todo el sistema que tan bien ha funcionado para los ricos del mundo en estos últimos tiempos, se viniera abajo. Los pobres son todavía más pobres, ya no tienen ni para comer. Se reúne la FAO, el organismo que teóricamente vela por el desarrollo alimenticio de la humanidad con resultados nada esperanzadores. Asisten el dictador Mugabe presidente de Zimbabue que dijo no al plan de alimentos de la ONU, maldecido por todos los informativos como el azote de África, hecho bastante verosímil, mientras dictadores comedores de carne humana propietarios de pozos de petroleo como nuestro "amigo" Obiang de la Guinea Ecuatorial es recibido con todos los honores por nuestros dirigentes. El presidente de Irán, cuyo mayor pecado es el enriquecimiento de Uranio, se atrevió a desafiar al mercado del petroleo admitiendo el Euro como moneda de cambio. Mientras el mayor almacén de bombas nucleares, por lo tanto el mayor peligro de la humanidad, el estado de Israel es bendecido por lo mismos medios de comunicación.
Otra noticia que también ha pasado hoy discretamente por los noticieros es la muerte diaria de 9.000 niños en los países en desarrollo, lease África. Un buen amigo relacionado con el problema muy directamente me dice que son 14.000. ¿Qué más le darán a todos estos diplomáticos de corbata reunidos hoy en Roma 5.000 niños más o menos? Lo importante es su poder y que nadie se lo quite. Sobre todo sabiendo que solucionar esta catástrofe supone unos sobrecitos alimenticios demasiado baratos para ser importantes.
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