Promoción y megaconciertos

Hace unos días una amiga me señalaba un par de cantantes que le gustaban. Se refería a Manu Chao y a Macaco. La imagen alternativa que muestran refleja el carácter de mi amiga, aunque aquellos hayan firmado contrato con sendas multinacionales; EMI, con Mundo Zurdo, el sello de Dani Macaco y Manu Chao ha cambiado de Virgin a Because Music, un potente sello independiente francés. La virtud de ambos es la destacar a través de toda la maraña mediática existente, dejando a parte los métodos empleados. El defecto es la de producir música poco original, aunque podría decirse que copiar bien no es nada fácil.

En el fondo el problema es como hacer llegar la buena música a los oídos de gente que no tiene tiempo de buscar intensamente. Antes la cosa era más fácil, las discográficas lanzaban sus campañas de marketing a través de los medios y calculaban que 1 de cada 10 productos que tuviera éxito era suficiente para tener una cuenta de resultados en positivo. Pero la industria colapsó. Después se emplearon las redes sociales como alternativa, pero pronto se agotaron los subterfugios. Ahora parece ser que para salir en la tele hay que montar macroconciertos por una buena causa. Sistema nada nuevo y que fue patentado por Bob Gueldof en los 80 en sus ya históricos Live Aid, con resultados publicitarios más que notables pero poco efectivos para su fin último: el paliar el hambre en el mundo. La historia se repite como hemos visto estos últimos días. Juanes lleva un tiempo haciendo los conciertos "Paz sin fronteras", no dudo de sus buenas intenciones, pero dejando aparte el buen rato que debieron pasar los cubanos que allí se reunieron, los efectos reales para tal fin son escasos. Eso si, su aparición en todos los medios llega a causar serios problemas de salud en los ciudadanos, por el contrario genera una campaña publicitaria que no se paga con dinero. Ahora viendo los resultados hasta Julio Iglesias quiere participar. Además ya se prepara el siguiente espectáculo masivo que se celebrará en la frontera entre México y EEUU.

Ya no te puedes fiar ni de las buenas intenciones, con un buen eslogan solidario te cuelan el producto que menos te esperas.

Mi amiga me decía que hay tanta música que no sabe por donde empezar a buscar. Es evidente que todo está en internet. La aclamada radio Spotify se está llevando a multitud de oyentes. Precisamente la masificación podría ser su mayor defecto. No encuentro alternativas sencillas, pero las buenas canciones siempre han encontrado el camino de perpetuarse, aunque para ello necesiten demasiado tiempo.