Animal Collective

Supongo que habrás pulsado play para ver el vídeo. Debo avisar que la música que estás escuchando no es fácil de digerir, sobre todo si el momento no es adecuado. Pero el vídeo es muy interesante. Está basado en a la técnica curativa de Arno Stern para expresarse libremente. Algo parecido sucede con la música de los norteamericanos Animal Collective, originarios de Baltimore (ciudad famosa por la serie The Wire), que son los responsables de los impactantes sonidos que acompañan a las imágenes. Su música es como mínimo renovadora.

En principio debo confesar que la popularidad de la banda otorgada en la red por esos miles de blogs que los recomiendan en cadena, impedía para mí una primera escucha imparcial. Pero una pequeña rendija en todos estos muros preventivos, logró que su CD "Merriweather Post Pavillion" pasara a la carpeta de "pendientes de escuchar". También la polémica levantada al escandalizar a algún que otro pope del rock, y ya sabemos de la debilidad humana, basta que haya pendencia en cualquier tema para que queramos meter allí la cabeza. Pues bien, he pasado a la escucha y he concluido que el álbum merece atención y más divulgación si cabe.

La primera impresión al escucharlo es no encontrar un grupo de rock al uso. No existe la sección rítmica habitual (bajo y batería), sino un secuenciador que hace de los ritmos electrónicos la base de las composiciones que recuerdan a los compositores minimalistas de contemporánea. Sobre tan sólida estructura se levantan multitud de capas sonoras que integran armonías desafiantes a los oídos adormecidos. Y más arriba unos coros de voces que se me antojan descendientes las clásicas armonías de toda una leyenda "beachboydiana" como Brian Wilson.

"Merriweather Post Pavilion" (descarga) me ha gustado, lo he escuchado con un volumen muy alto que ha llegado a tocar mis fibras emocionales. Lo recomiendo sobre todo a todos aquellos que se anclan en las bases del rock más tradicional. Cuando una obra consigue exacerbar a éstos, repite la ruptura de estructuras, sobretodo mentales, que el arte siempre ha requerido para renovarse. Y la música esta muy necesitada de estos cambios.