Gotan vs. Buenosaurios
No tengo nada en contra de Gotan Project, ni siquiera de la música electrónica en general de la que soy un gran fan. Incluso creo que la banda franco-suizo-argentina creó en sus inicios un estilo de tango electrónico que tuvo una gran influencia en la forma de reinterpretar y conectar con las nuevas generaciones el ritmo ancestral argentino. Pero escuchando su nuevo álbum: Tango 3.0, cuyo título no oculta en absoluto su procedencia cibernética, me produce el efecto contrario. Es decir, un total distanciamiento y frialdad con el origen cultural de sus melodías. Incluso la utilización de la voz de Cortazar de una forma tan chabacana me enfurece y me hace sentir una cierta usurpación de la memoria cultural colectiva a la que pertenecemos.
Por el contrario otro proyecto basado en las autenticas raíces del tango actual, titulado Buenosaurios, ha sido llevado a cabo por Acho Estol y la Orquesta Moscas de Bar. En este caso, toda la obra me inspira el trabajo del autentico artesano, el músico que respira junto a su instrumento y su voz las pasiones vividas y contadas de una forma natural. Un proyecto muchísimo más arriesgado y mestizo que es la auténtico origen tanguero. Según ellos mismos cuentan "profetas futbolistas, prostitutas desnutridas, boxeadores frágiles y otros trasnochados, gauchos furtivos, soldados desertores” son sus temas y protagonistas recurrentes… Entre los músicos de diversa procedencia que la componen encontraremos unos cuantos hijos de la chicana, marcianos de alma desgarrada, bastante sangre joven y algún que otro espectro de arrabal".
Todo esto lo escribe un "gallego" de pro que espera ser indultado por los lectores argentinos que seguramente saben mucho más del tema que este aficionado y admirador de la buena música, que intenta vivir en el mundo tecnológico actual pero sin perder las raíces sonoras.
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