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sábado, 21 de enero de 2006

Yasmina Khadra

Algunas veces es más fácil conocer un país hermético como Argelia por sus artistas que viajando unas pocas semanas, aunque residas y adoptes todos los hábitos exigidos por el entorno. Esto me pasó con este maravilloso y esplendido país. Para esto he encontrado dos claves, un escritor, Yasmina Khadra y una cantante Souad Massi de la que hablaré en el siguiente articulo.


Yasmina Khadra –seudónimo literario de Mohamed Moulessehoul- nació en 1955 en el Sahara argelino. Miembro del ejército. Publicó libros hasta que una orden militar ordenó la censura. Desde entonces escribe adoptando el nombre de su esposa, “una manera de rendir homenaje a la mujer argelina, que fue quién primero se alzó contra los integristas”. Tuvo que exiliarse a Francia en el 2000. Allí revela su identidad. Un excomandante del ejercito argelino adscrito a una unidad antiterrorista. Ahora es reconicido como un gran escritor en todo el mundo.

No encuentro mejor forma de darle a conocer que reproduciendo algún párrafo de sus novelas:


“Argel vive las horas de las ideas fijas. Sus trovadores han dejado de cantar. Allá donde este su musa, esta lleva puesto un bozal. Sus manos huérfanas, más bien dos veces que una –primero por la flauta que desafina, luego por la pluma que asesinan- ya no saben tomarle el pulso a la tierra como lo hacían antaño, cuando bebíamos en la fuente del duende.”


También describe su ciudad, a pesar de la guerra solapada, como un lugar maravilloso:

“Hay días en Argel en que el cielo y el mar se ponen de acuerdo para inspirar un increíble sentimiento de plenitud. Hasta la cama de Neptuno está azul, y un sol chistoso y rebelde se las apaña para rehabilitar el verano en pleno corazón del invierno. De todos los soles de la tierra, el nuestro es el único que le salen esos juegos malabares….¡Qué bonita es esta blanca ciudad cuando el horizonte es tan límpido que se puede distinguir un roble de un algarrobo desde leguas a la redonda!. Si no fuera por esos incongruentes atentados y esta colonia de iluminados que apolillan las calles y las mentes, no hay maravilla que pudiera comparase a Argel.”

Y al mismo tiempo es pesimista en su situación:

Somos el pueblo más extremista. O bien estamos convencidos de que somos los mejores, o bien somos los peores. No sabemos lo que es un término medio. Tenemos a los soldados más valientes del mundo, las mujeres más intrépidas, y a la vez, tenemos entre nuestra prole, a los monstruos más espantosos del planeta. Aquí la moderación es un absurdo, algo así como quererse quedar con las ganas. Quizás por eso seguimos siendo tan indomables como poco razonables.”

1 comentario:

  1. Jorge

    Me gusta su estilo al escribir, describe Argel con mucho amor. Las palabras le salen del corazón, cuando pesimista relata la situación de su pueblo.
    Gracias por descubrirnoslo.
    Besos azules chistosos...
    Helena.

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