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martes, 19 de junio de 2007

"Ese señor será famoso"


Era al final de los 60 y mi principal objetivo era superar el duro colegio de curas que a diario me ponía a prueba. Esperaba con ansiedad que llegara el sábado por la mañana y mi padre me llevara con él a la pequeña oficina que había montado en los bajos de un edificio situado en la entrada de la carretera de Extremadura, lo que antes eran casi las afueras de Madrid. El sótano del pequeño local hacía de almacén donde se acumulaban los discos y casetes de la discográfica que había creado desde cero. En ese, para mí, especial día que abría el fin de semana se juntaban alrededor de su mesa de despacho todos los vendedores de música de El Rastro, el famoso mercado callejero de Madrid que se celebra todos los domingos por la mañana. Entre todos ellos destacaba un señor pequeñito que según me contaba mi padre había grabado su propio single que había sido editado en Gramusic, la discográfica en cuestión. Respondía al nombre de El Fary.

Un día mi padre me dijo – Fíjate bien en él. ¡Ese señor será famoso!

No era difícil saberlo. Cada sábado volvían por más singles para venderlos una vez agotados. Mi padre era el único que les fiaba todos los LPs y casetes que pensaban vender en El Rastro con la condición de que el lunes estaría allí el dinero o en su defecto la devolución de la mercancía. Se jactaba de que nunca le habían fallado a pesar de juntarse "la crème de la crème" de los payos y gitanos del Madrid más castizo. El caso era que los lunes reunía encima de su mesa los billetes más gastados que pudiera imaginar el Banco de España y una gran cantidad de monedas que saldaban las cuentas.

Quizá tenía el ojo del nacido en Lavapies a primeros de siglo. No tenía mucho oído pero sí mucha vista, dio en el clavo en multiples ocasiones. La edición de las primeras grabaciones de los cantautores catalanes como Serrat o Lluis Llach, en plena dictadura franquista; también la primera edición en España de los payasos de la tele, Gabi, Fofo y Miliki, rechazados en un primer momento por todos, o la publicación de música clásica grabada por las orquestas del este de Europa a precios económicos, fueron algunos de las referencias que le hicieron vender cientos de miles de copias. El gran éxito produjo repercusiones poco favorables. Las compañías discográficas no eran muy diferentes a lo que son ahora, es decir, ejecutivos sordos y ambiciosos hicieron de la empresa un pastel muy apetecible. Pero eso ya es otra historia.

3 comentarios:

  1. Si tenía buen ojo tu padre, si, algo has heredado tú también...
    Un beso.

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  2. Hola. Soy de Portugal y tengo un disco originalmente de Gramusic (GM 543) (edición portuguesa Movieplay Portuguesa LP543) Grandes Exitos de Camilo Sesto. Puede usted por favor decirme si es Camilo Sesto que canta en ése?
    Porque alguien me dijo que és otro cantante. Hay un nombre de una persona llamada Ramón Puig escrito en la portada. ¿Puede ser eso lo nombre del cantante?

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  3. miguel, no tengo la información pero en aquellos tiempos era muy usual realizar covers o versiones de los éxitos de muchos cantantes.

    hay muchas posibilidades de que el cantante que figura en la portada realizara la grabación.

    un saludo.

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