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lunes, 2 de julio de 2007

Miedo Escénico

Catherine Frot y Déborah François

La Tourneuse de Pages (La Última Nota) es una excelente película dirigida por el realizador francés Denis Dercourt. Su trama y tensión la podría encuadrar sin ningún problema dentro del género del thriller psicológico. Un fantástico film para los que les guste el cine alejado de las alharacas y exageraciones del cine norteamericano comercial con una tensión digna de la mejor película de Hitchkock.

Pero lo que a mí me interesa traer a este blog, barriendo para casa, es el trato psicológico que da la película a uno de los males que aunque al profano no le sea habitual, es muy común entre los artistas. En concreto entre los músicos antes de dar un concierto. Es el llamado miedo escénico que tan bien describe el film. Encarnado en una experimentada pianista de música clásica al enfrentarse a sus conciertos.

El miedo nos hace actuar de forma irracional. En la mayoría de los casos se elige cualquier tipo de escapatorias al respecto, psicológicas o físicas, para superarlo. Dentro de estas últimas el uso indiscriminado de drogas por algunos músicos de rock es práctica habitual. Sólo por tocar el aspecto más llamativo del problema, éste existe en todos los géneros.

Casos como el del líder de The Band, Robbie Robertson. El cual tuvo que practicar la hipnosis para combatirlo, llegando a firmar su álbum de 1970 con el título de Stage Fright "Pánico escénico". O como el del primer batería de Genesis Anthony Phillips que no lo superó. Abandonando el grupo que dio fama posteriormente a Phil Collins, una vez terminado la grabación del segundo disco del grupo, Tresspas. Pero quizá el caso más destacado por su posterior popularidad fue el de Jim Morrison líder de The Doors, Sus primeros conciertos los hizo dando la espalda al público.

2 comentarios:

  1. Jim Morrison. Que personage!

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  2. No hace mucho he visto otra película en que el argumento central, son las crísis de pánico de sus protagoniatas ‘Blac Snake Moan”.
    No está mal, el argumento tiene interes, hay unas pocas escenas de blues muy buenas y trabaja en ella Samuel L. Jackson, que ya es una garantía de que al menos no es mala.

    No hay que tener miedo a medicarse cuando hace falta.
    Somos materia y cuando el organismo, por si sólo no es capaz de generar el componente que necesita, pues se compra en la farmacia.

    Está bien educar a tu cuerpo, por medio de la psicología, para que sea capaz de autoabastecerse (ese es el guión de la película), pero en la mayoria de los casos, no es posible, o no se tiene voluntad suficiente.

    Beni

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