Algo más que Pinchadiscos
Siempre he pensado que ser discjokey es un arte, algo más que poner música en fiestas y discotecas. La cuestión consiste en trasmitir sensaciones a partir de grabaciones ya registradas. Por tanto se aparta bastante de lo que los músicos ejecutan en sus conciertos. Los instrumentos son completamente distintos y las capacidades necesarias también. Por eso no suelen gustarme mucho la música que editan los D.J. A sus canciones suelen faltarle algo que no sé muy bien como explicar... ¿alma? Tampoco me gustan los usurpadores de tan digna profesión. Periodistas, locutores de radio y demás especímenes del negocio musical suelen ponerse detrás de los platos para hacer el ridículo la mayoría de las veces. Todo esto viene a cuento porque me he topado con esta genial y divertida locura de Christian Marclay grabada en 1989.
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