Cambio dormir bajo la higuera
por hacerlo en mi ático de Madrid.
Cambio el ritmo lento
por el frenético ir y venir.
Cambio la cara amable
por el gesto crispado.
Cambio el camino de tierra
por el asfalto pisado.
Sólo permanece el sonido, la armonía,
la esencia, lo único que comparto.
muy muy bonito.
ResponderEliminarun saludo
al final no me he enterado con qué te quedas??
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