Al leer el artículo y observar este vídeo, los que no conozcan muy bien el negocio de la música van a confirmar muchas de las sospechas que cualquier persona medianamente inteligente intuye nada más ver un programa de Operación Triunfo.El experimento se refleja en un documental que lleva por título
Before The Music Dies y consiste en recrear
como se fabrica una de estas pseudo-estrellas que invaden las radios y televisiones.
Primero tomemos
un compositor –Steve Poltz– experimentado en canciones para este tipo de concursos o trasladado a USA para una pop star tipo B. Spears o similar. En cinco minutos tenemos el tema –atención a la letra–
estoy sola en casa... no puedo oír el teléfono... mama no está en casa pero is all riiiiiiiight…Después
escojamos una chica –Tania– de 17 años... guapa… que no sabe cantar…
¡es igual! Rápidamente al estudio a que gima un poquito…
Ahora viene lo más importante,
un buen ingeniero de sonido –Ken Valden– que aplique los afinadores de voz y mezcle las pistas de sonido correctamente. Luego
las fotos y una buena sesión de vídeo
¡et voila! tenemos nuevo hit y nueva estrella.
No creáis que esto sólo se aplica en cantantes tipo "triunfito" sino también en gran parte de las estrellas por las que las fans entregarían su alma si se lo pidieran. No voy a desvelar secretos de interior de estudio pero todo el mundo puede asistir a conciertos en directo y oír como cantantes, por poner algún ejemplo, como
Rosario suena mucho mejor cantando en tonos altos que cuando habla al publico con voz afónica entre canción y canción o como Miguel Bosé, esto es sabido en toda la profesión, lleva absolutamente todas las voces, y algo más, enlatadas.
El documental de marras
Before The Music Dies comienza con esta famosa frase:
La música puede salvar a la gente, pero no en la manera comercial en que está siendo usada. Así es demasiado; es contaminación.
Bob Dylan.
Acto seguido, el trailer muestra a la salida de un recital de Ashlee Simpson a un grupo de chicas decir que el corte de pelo de la cantante es lo que las atrae y
ni idea de quién es Dylan.
El film fue realizado el año pasado por
Andrew Shapter y Joel Rasmussen, dos amantes de la época en que "el rock era de verdad". Se preguntan qué va a pasar con la música en Estados Unidos si continúa la tiranía comercial imponiéndose sobre la creación artística.
La película incluye testimonios de
Erykah Badu –que da instrucciones claras para ser una estrella–,
Eric Clapton, Elvis Costello, Calexico, Dave Matthews, entre varios más –
lista completa–. El saxofonista
Branford Marsalis reconoce que ni
Ray Charles ni
Stevie Wonder hubieran tenido espacio en este estado de cosas "tan superficial". El único representante de "la industria" que aparece es un ejecutivo de radio, aunque con un aspecto más de jefe de una cédula terrorista, declarando con voz distorsionada: "
el negocio se rige sólo por los dólares de la publicidad".
vía:
caja de resonancia