¿Qué música escuchamos?

Internet ha variado todo el sistema por las que los emisores de música, es decir las discográficas y en primer instancia los mismos músicos, hacían llegar su obra al aficionado. Antes las promociones se hacían por canales como las revistas especializadas o vía radiofónica, televisión, etc, entre otros medios. Ahora Internet ha tomado el mando con sus redes sociales -MySpace-, blogs donde se hospedan archivos descargables en hosting como Rapidshare, Megaupload, etc, y redes P2P.

Por aquí en España lo sabemos hace unos cuantos años. En los lugares con una industria discográfica más potente se ha retrasado algo en el tiempo. Inglaterra ya ha empezado a sentirlo y pronto les sucederá igual a los norteamericanos, donde todavía las multinacionales se mantienen a duras penas con el apoyo de unas leyes restrictivas que intentan amedrentar al consumidor para que no acceda a las redes P2P de intercambio de archivos.

Cuando apareció Internet en nuestras casas surgió "la fiebre bajadora" de cualquier archivo musical susceptible de ser escuchado. Tengo amigos que han acumulado música que necesitará años para ser oída. Puede que el síndrome del "bajador de música de Internet" fuera provocado involuntariamente por las ridículas campañas anti-piratería que la SGAE lanzaba a los medios. Ya sabemos que no hay nada mejor que intentar prohibir o criminalizar algo para que una irresistible fuerza interna te lleve a realizarlo. Así que la comunidad cibernética ha dedicado sus esfuerzos a denigrar a la sociedad represora encarnada en la SGAE y a enaltecer a todo grupo musical que licenciaba su música través de una licencia Creative Commons. No han faltado errores de bulto como la mala interpretación de este hecho por parte de algún grupo consagrado, léase Estopa. Hasta ese momento bandas desconocidas utilizaban estos canales, seguro que por puro convencimiento, pero también por que no había más remedio, nadie los conocía. Poco a poco se están añadiendo a la descarga libre artistas de más entidad. Estoy seguro que no queda mucho tiempo para que veamos las vacas sagradas de nuestro "show business" pasar por el aro.

El problema, a día de hoy, es que nuestros discos duros están llenos de archivos musicales y ya no somos tan devoradores de nuevas músicas como antes, nos estamos haciendo más selectivos. Ahora a las nuevas bandas y cantantes no les es suficiente con regalar su música en forma de descargada para ser escuchados. Parece que cada vez más gente se cura de lo que he dado en llamar "síndrome del bajador compulsivo". Estamos llegando a una nueva fase en que dejar pasar a nuestro corazoncito musical nuevos archivos mp3 se está poniendo difícil. ¿Cómo seleccionar lo que nos gusta en una mundo cada vez mejor comunicado y por tanto con más diversa oferta cultural?¿En quién podemos confiar como gurú musical?¿Quién nos orienta en un mundo donde el marketing tradicional ya no funciona? Amigo mío, la respuesta está en el viento...