En el año 2004 mi discográfica editaba un CD cuyo artista y titulo eran los siguientes, Obama - Déjenlos Hablar. Obama es un buen músico ecuatoguineano residente en Madrid que a sus amigos responde por Kouki. Sus conocimientos musicales le deberían haber abierto muchas más puertas de las que se le cerraron, pero su carácter amable ha sido, hasta el momento, un handicap insalvable en un mundo, el del negocio de la música, lleno de tiburones, bueno como en casi todos los sectores... ya sabéis...Hace más de 4 años, cuando estábamos terminando las gráficas de su único CD hasta el momento, consultamos en Google su nombre artístico de origen Fang.
El resultado fue la aparición de un desconocido senador norteamericano elegido por Illinois con su mismo apellido. Había sido telonero en la convención demócrata cuando Kerry era el candidato, teniendo un éxito arrollador en su discurso.
Recuerdo perfectamente este comentario hecho en aquellos días:
- ¿Te imaginas que llega a presidente?-
- Este tío lo será...- dijo Kouki medio en broma y continuamos.
- Nos quitará todas las entradas de Google.
Supongo que a estas alturas cuando estáis leyendo este artículo, ya se habrá proclamado presidente el señor Obama americano.
Esto supone en el mundo político, es decir el del poder, un cambio radical en su mentalidad, algo que hace mucho tiempo la cultura popular ha asumido, con el rock a la cabeza. Casi todos los estilos han sido influenciados por la música africana de una forma dominante.
Dicen que la canción de
Sam Cooke "
A change is gonna come", es un símbolo de las aspiraciones de
Obama. En sus mítines se comenzaba habitualmente con la canción de
U2 "
City of blinding lights" y se cerraban con "
Signed, sealed, delivered, I'm yours", de
Stevie Wonder. Entre sus canciones favoritas aparece "
Move on up", el clásico de
Curtis Mayfield y en su perfil de Facebook, Obama amplía su lista a
Miles Davis, John Coltrane y Bob Dylan, artistas clásicos y asumidos socialmente hace mucho tiempo. Sólo al final de sus favoritos aparecen
The Fugees como algo que pueda sonar innovador. Es el único nombre que refleja la cultura hip hop que hoy en día es seguida mayoritariamente por los afroamericanos. Ya sabéis que la imagen de los políticos está cuidada hasta el último detalle por sus asesores, pero esta vez voy a creermelo. Todo cuadra.
Así que la euforia que despierta el nuevo presidente, no refleja un cambio generacional en sus buenos gustos musicales. Por el contrario
un personaje capaz de agrupar tantas culturas en si mismo es realmente difícil ver en puestos de poder en estos tiempos. Existen muchas esperanzas de africanos, latinos, asiáticos, incluso musulmanes que desean que la sociedad norteamericana reaccione a estos 8 últimos años nefastos a partir de ahora. La música ya cambió en 1955 cuando un tipo llamado Elvis empezó a moverse con los ritmos acelerados del blues que habían traído los esclavos negros de África. Ahora falta que esa realidad cultural se convierta en social y podamos
destruir todas las fronteras físicas y mentales que nos aprisionan.