Esta es la cabecera de la serie televisiva
True Blood. La música pertenece a
Jace Everett, la canción lleva por título "
Bad Things". La trama va de vampiros y de hechos fantásticos. Acaba de terminar de emitirse en USA la primera temporada con un éxito más que notable. Yo lo he visto gracias a las descargas P2P y de algunos traductores que habría que darles el premio de la madre Teresa por su generosidad por los subtítulos recibidos. Está ambientada en
Louisiana, ya sabéis el estado donde está la ciudad de
New Orleans. Por lo tanto toda la música gira en torno al ambiente pantanoso y húmedo de la zona, al blue-grass, al cajoon, al blues y al rock sureño que todo lo inunda en el estado. La verdad que no me imaginaba viendo cada semana una historia de vampiros a la que desde el primer momento me enganché, a pesar de la mala crítica de algún "
enteradillo". No pienso hablar del misterioso argumento, ni de los personajes perfectamente descritos por el mismo guionista de “
dos metros bajo tierra”
Alan Ball. Lo que no quiero dejar de comentar es la perfecta ambientación musical de todos y cada uno de los episodios. Artistas reconocidos como
P.J. Harvey o
Cowboy Junkies ambientan escenas, pero lo más importante es la cantidad de música totalmente desconocida que al término de cada capítulo me ha lanzado hacia Google para su búsqueda.
El responsable de todo ello es
Gary Calamar, supervisor de la música que aparece en las series norteamericanas de más éxito del momento como a la que me estoy refiriendo “
True Blood” o la espeluznante “
Dexter” de la cadena HBO o la del famoso doctor “
House” de la Fox. También de "
Swingtown" basada en la década de los 70’ de la cual ya hablamos
aquí.
Calamar selecciona toda la música que escuchas en cada capitulo, créditos, la que suena en cada escena, en una radio, en un bar, coche. etc. Además se encarga del arduo trabajo de negociar con los sellos discográficos y editoriales. Estoy seguro que esto último debe ser lo más penoso de la profesión del seleccionador. Por el contrario admiro y envidio su trabajo y la facilidad con que descubre nuevos talentos.
Abajo he insertado un vídeo donde
Gary Calamar muestra parte de su casa y su gran colección de CD apilados en estantes deslizantes, como si fuera la biblioteca musical de Alejandría Habla de cómo trabaja y la forma en que se resuelve la difícil selección de los cortes y los problemas que surgen. De los presupuestos que oscilan de $ 8000 a $ 130.000, esto último costarían nombres como Beatles, Stones o Led Zeppelin.