Larbi y el zorro
Larbi vivía allí. Era el mayor de los hermanos de su numerosa familia. Por lo tanto se debía ocupar del bienestar de todos en un lugar en que los recursos son muy limitados. Se le había ocurrido alquilar su humilde casa para viajeros como nosotros que sólo visitábamos el hotel de los turistas para beber algunas escasas aunque frescas botellas de cerveza argelina.

Otras veces, cuando nos enterábamos que se celebraba alguna fiesta nos íbamos todos allá a dormir hiciera frío o no. Dichas celebraciones consisten en bailes y disparos con sus viejos trabucos durante las 24 horas del día y de la noche sin interrupción.

Larbi tenía una mascota que respetaba la norma no escrita de parecerse a su dueño. Era un zorro del desierto. Además de la apariencia física comprobable a través de la fotografía que les tomé, existía un parecido que iba más allá.
La verdad es que Larbi y yo nos llevábamos muy bien a pesar del problema idiomático. Nos comunicábamos por medio de un mal francés.

Todo ese tiempo da para contar muchas cosas y a la postre conocer nuestras vidas bastante bien. Así que, al final de la transacción él estaba enterado de que me dedicaba a la música por lo que en un momento mío de debilidad quedamos en que si yo le enviaba un walk-man con grabadora él me devolvería el regalo en forma de un nuevo tapiz. El intercambio sería realizado por medio de un común amigo que viajaba regularmente por la misma ruta y al que endosábamos el "marron". Un acuerdo de difícil realización al que dimos nuestra palabra. Sorpresivamente Larbi lo selló colocándome una pulsera de plata en mi antebrazo. Después de tan mágica maniobra, por supuesto el trato se cumplió al cabo de un año. Al mismo tiempo recibí la noticia de que Larbi estaba encerrado en la cárcel no sé muy bien por que motivo. Lo que si estuve seguro es que un tipo libre como él no encajaba bien en una sociedad como la que conocí. Al poco tiempo estalló la guerra nunca declarada contra el F.I.S.
Continuará... pero será después de tomarme unas pequeñas vacaciones hasta enero. ¡Feliz Navidad a todo el mundo!